VISIÓN NATURAL



¿Qué es el método bates?
 
El método bates ayuda a restablecer de manera consciente la visión natural, 
es decir devuelve a los ojos la posibilidad para ver sin esfuerzo, 
con movimiento, nutriéndose y regenerándose mientras los estamos usando: 
respirando, parpadeando, y utilizando toda la retina de una manera equilibrada. 
El método bates trabaja con los ojos, el cerebro y el cuerpo. 



¿Qué es lo que determina nuestra calidad de visión?
 
¿Los músculos? ¿La tensión del ojo? ¿El cerebro? ¿La experiencia? ¿La manera como he habituado mi atención? ¿Donde coloco mi interés? Todos estos aspectos influirán en mi calidad de visión. Los ojos son parte de nuestro cerebro. Los pensamientos y tensiones que vivimos a lo largo de nuestras vidas, les afectan directamente. Es fácil entender que si vivimos un shock, una situación paralizante, los ojos van a responder a esta situación de manera similar cómo la han vivido, sus músculos se paralizaran ¡ y quizás, después, los ojos ya no podrán moverse como antes, por lo que verán peor. Todas las situaciones /conflictos de nuestra vida pasan por nuestra visión y la pueden modificar. La visión es un puente entre el interior y el exterior de nuestra realidad. 

 



EL MÉTODO BATES OFRECE.
 
El método bates da herramientas para relajar los ojos.  
El palmeo ofrece la posibilidad de descansarlos, darles oscuridad i reposo para que se regeneren. El soleado les da luz, las tensiones se sueltan, 
los músculos se calientan y se aflojan y el movimiento del iris se hace más efectivo. Unos ojos relajados podrán moverse, los ojos tensos no. 

Relajar los ojos en reposo pero también relajarlos en movimiento, 
es decir, poder mirar sin tensión. Vamos viendo que cuando combinamos 
relajación y movimiento los ojos mejoran. Para ello se proponen diferentes 
 experiencias visuales en las que se va ampliando la consciencia del 
funcionamiento de nuestros ojos. La relación que se establece entre los 
ojos y el cerebro es importante. Normalmente vemos lo que queremos ver, 
lo que nos interesa, y más aun, lo que conocemos. Cuando movemos los 
ojos con interés, la parte visual del cerebro se alinea con los ojos 
y entonces percibimos. El interés une ojos y cerebro sin esta unión 
la percepción estará alterada. Si nuestro interés no está colocado 
en lo que estoy viendo sino en lo que estoy pensando, entonces no percibo, 
o suprimo muchas partes de la información visual que tengo delante. 
Mi vida es más pensada, conceptualizada, que vivida. 


El camino de llevar mi interés en lo que veo es un camino de presencia, 
de vivir en el aquí y en el ahora.

Los ojos van cambiando constantemente, pueden pasar de un estado miope a un hipermétrope, o présbite sin que por ello nos hayan diagnosticado ninguna anomalía, nuestros ojos se adaptan de esta manera a lo que nos va sucediendo y como lo vamos procesando. Muchas veces cuando no podemos enfocar como es habitual vamos al oculista, que nos mide la visión y decide ponernos gafas. Pero esto no será un tratamiento pasajero !sino que será para siempre¡ . Y entonces nuestros ojos, pasaran de estar tensos a ser miopes, hipermétropes,….


Las gafas son el motivo de que esa tensión (miopía, hipermetropía…), muchas veces pasajera se fije, y aunque la causa de la tensión desaparezca (situación de estrés en el trabajo, en la escuela….) a nuestro ojo no le será posible retornar a la normalidad, por lo que desarrollaremos una actitud visual tensa y fijada. Uno de los aspectos que propone este trabajo es ir liberando los ojos de las gafas, porque de esta manera nuestros ojos podrán retornar a un funcionamiento natural y relajado. Podrán empezar a moverse, a tener interés para ver, para estar presentes y también ampliar el campo visual integrando la periferia. 




EL CAMPO VISUAL
Nuestra identidad, se construye dependiendo directamente de la mirada 
del otro y dependiendo como se haya construido, 
así viviremos nuestro campo perceptivo y también nuestro campo visual, 
es decir, mi manera de habitar mi campo visual tendrá que ver con lo subjetivo, 
con mi historia. Vivenciar conscientemente mi manera de estar, 
de ocupar mi campo visual es un proceso importante para ser conscientes de las tensiones de los ojos. Informaciones muy profundas y que yacen 
a un nivel muy inconsciente pueden emerger, dándome llaves importantes 
para descifrar malestares, que se manifiestan en el plano físico pero tienen origen en un plano más profundo (energético/psíquico/emocional). 

Puede ser una creencia, una manera de situarme delante del otro, 
de mantener mi sensación de presencia con la mirada y con ella fijar una tensión. 
Dar espacio a esta escucha, es uno de los objetivos de los espacios de trabajo visual. Puede surgir o no, dependerá de cada uno. 
Pero trabajar los ojos siempre nos ofrecerá la posibilidad 
de conocernos a un nivel más profundo.


Los tres principios del MÉTODO BATES





La percepción tiene unas características muy concretas. 

•Solo percibimos cuando hay interés

•No podemos dividir nuestro interés. Solo nos puede interesar una única cosa en cada momento. 

•Para percibir lo que nos interesa, aplicamos movimiento, porque en la inmobilidad dejamos de percibir. 

•Cuando permitimos el contexto de lo que nos interesa, entonces el interés se relaja, percibimos sin tensión, y eso hace que nuestra percepción mejore. 

Los tres principios del método bates parten de estas características de la percepción y son
Centralización, relajación y movimiento. 

Cuando centralizamos estamos habitando nuestro campo visual de una manera equilibrada, es decir, lo nítido, aquello que nos ocupa, está rodeado por el mundo circundante, lo borroso. Lo percibimos de manera integrada. 

Unos ojos relajados están relacionados con una actitud mental relajada, una actitud mental que puede integrar y moverse y no suprime ni fija. 

Mover los ojos con interés requiere conciencia, presencia y ESTAR.

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